El 51% de las personas que toman productos ecológicos no lo hacen para mejorar el medio ambiente, sino porque piensan que son mejor para su salud. Es bastante sorprendente, ya que, en el reglamento de los productos ecológicos, no se habla en ningún momento de contenido nutricional ni de salud, solo se habla del método de cultivo.
Todos los estudios realizados en los que se compara el contenido nutricional de productos ecológicos y productos convencionales dan los mismos resultados, lo que quiere decir que son igual de beneficiosos para la salud. Incluso, en Julio de 2013, un grupo español de investigación publicó que la leche ecológica era más baja en micronutrientes esenciales, como el yodo, selenio o zinc, que en las convencionales.
Si consultas la página web de la Unión Europea dedicada a la alimentación ecológica, no encontrarás nada que ponga que es mejor para la salud o que presenta un mayor aporte nutricional.
En los productos ecológicos se permiten algunas cosas que van en contra de la seguridad alimentaria. Se autoriza el uso de abonos de origen animal, que favorecen la aparición de contaminantes, como la bacteria E. coli (especialmente en las verduras de hoja como la lechuga, las espinacas y las acelgas, ya que se cosechan a ras del suelo).
Permiten el uso de unos determinados plaguicidas naturales, que pueden no ser eficaces para controlar plagas, algunas de las cuales pueden tener efecto negativo sobre la salud de los consumidores. Además, muchos de estos productos son vendidos en mercadillo y por pequeños productores, lo que limita mucho el control.
La combinación de estas cosas que van en contra de la seguridad alimentaria, es un serio problema en la producción ecológica.
Se han dado alertas alimenticias y retiradas de productos ecológicos. Así que los alimentos ecológicos no son tan buenos para la salud como se piensa, aunque si es cierto que son en cierta medida más respetuosos con el medio ambiente.
Como conclusión decir, que cuando compramos un producto ecológico, no estamos comprando un alimento más sano y con más aporte nutricional.
Este articulo lo he obtenido del libro “Comer sin miedo” de J.M.Mulet. Mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI.
- Graduada en Nutrición y Dietética Humana por la
Universidad Isabel I de Burgos
- Licenciada en Farmacia por la Universidad de Sevilla
- Experta en Nutrición y Dietética Humana por la
Universidad Complutense de Madrid
Nutricionista, Farmacéutica
y CEO de Dietfarma
Colegiada AND-00982
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