La vesícula biliar es donde se almacena temporalmente la bilis elaborada en el hígado por los hepatocitos.
La bilis fabricada sale del hígado mediante el conducto hepático común y este recibe al conducto cístico que va hacia la vesícula biliar. Ambos conductos desembocan en el conducto colédoco que llega hasta el duodeno, donde encontramos el esfínter de Oddi.
La motilidad de las vías biliares se refiere al proceso mecánico por el cual se expulsa la bilis desde la vesícula biliar hasta el duodeno.
El principal responsable de la estimulación de la motilidad de las vías biliares es la hormona colecistocinina, la cual provoca contracciones rítmicas en la vesícula y la relajación del esfínter de Oddi, lo que causa el vaciamiento del contenido biliar al duodeno.
La hormona colecistocinina es liberada en el duodeno cuando detecta alimentos aún no digeridos en la luz del duodeno. Esta hormona actuará sobre los conductos biliares (liberación de bilis) y también sobre los conductos pancreáticos (liberación enzimática), para promover la digestión de los alimentos.
La bilis es una secreción hepática (formada por colesterol, ácidos biliares…) que presenta diferentes funciones sobre el duodeno:
Son varias las alteraciones que afectan a los conductos biliares dificultando la expulsión normal de la bilis hacia el duodeno.
Los trastornos biliares afectan a millones de personas en todo el mundo, en torno a un 5-15% de la población occidental presenta inflamación del sistema biliar (litiasis biliar).
La inflamación del sistema biliar provoca la obstrucción de los conductos biliares y en especial, las enfermedades de la vesícula biliar en las que se forman cálculos biliares (piedras en la vesícula biliar) son los casos más frecuentes de inflamación del sistema biliar.
Estos cálculos están compuestos en su mayoría por colesterol y se forman en el interior de la vesícula, desde donde pueden migrar a las vías biliares, cuando se libera la hormono colecistocinina y se estimula la liberación de bilis hacia el duodeno. Esto provocará un cuadro de dolor en hipocondrio derecho, donde se encuentra la vesícula, acompañado de intolerancia alimentaria (fundamentalmente a grasas).
Si el calculo se enclava en los conductos biliares, puede originar inflamación de la pared vesicular y ya estaríamos ante un caso de colecistitis aguada, con vesícula inflamada y dolor de vesícula.
En casos de colecistitis, la inflamación va acompañada de una infección que necesitará antibióticos y, en ocasiones, es necesario extirpación quirúrgica (colecistectomía), mediante la operación de vesícula.
Aquellos factores de riesgo que no se pueden modificar, son el género y la edad. Las mujeres tienen mayor riesgo a padecer esta patología y a la vez, conforme aumentamos la edad también aumenta el riesgo. En los hombres aumenta el riesgo en edades más avanzadas.
El principal factor de riesgo modificable es la obesidad, incrementándose esta patología en paralelo al incremento del IMC. El 35% de las mujeres que presentan un IMC alto, presentan estas patologías. En la obesidad se sintetiza mayor cantidad de colesterol en el hígado, secretándose en cantidades excesivas, provocando sobresaturación de la bilis.
La reducción de peso en corto tiempo también es un factor de riesgo. Aproximadamente, el 25% de las personas que pierden peso rápidamente, presentan estas patologías en un periodo de 1-5 meses.
La composición de la dieta es fundamental para evitar este tipo de patologías. Aquellas personas que siguen una dieta muy energética, rica en colesterol y en grasas animales, alto consumo en hidratos de carbono simples y con episodios continuados de reducción-recuperación de peso; presentan un alto riesgo de padecer estas patologías.
Por el contrario, aquellas personas que llevan una alimentación baja en grasas, rica en proteínas vegetales, alimentos ricos en fibra y que consumen café; presentan un menor riesgo de padecer estas patologías.
Aquellas personas que presentan cálculos en la vesícula biliar deben cuidar mucho su alimentación, para evitar esas molestias-dolencias (dolor vesicula) tan desagradables. Deben seguir los siguientes consejos:
Para evitar las enfermedades de la vesícula biliar hay que llevar una alimentación saludable baja en grasas animales, evitar el exceso consumo energético y promover la actividad física.
Bibliografía:
- Graduada en Nutrición y Dietética Humana por la
Universidad Isabel I de Burgos
- Licenciada en Farmacia por la Universidad de Sevilla
- Experta en Nutrición y Dietética Humana por la
Universidad Complutense de Madrid
Nutricionista, Farmacéutica
y CEO de Dietfarma
Colegiada AND-00982
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