Ensalada de atún con queso fresco y gambas

231, 48 Kcal/persona

5-10' minutos
Dificultad Fácil
Coste Bajo
Ensaladas y aliños
1 personas
Española

Beneficioso para las siguientes enfermedades, dolencias e intolerancias:

Osteoporosis

Contraindicado para las siguientes enfermedades, dolencias e intolerancias:

Fivestar:

Ingredientes

lechuga 250 gr. 1 y 1/4 Unidad 21.45 kcal.
atún al natural 55 gr. 1 Lata pequeña 64.55 kcal.
gambas pequeñas peladas 100 gr. 1 Envase pequeño 100.2 kcal.
aceite de oliva 5 gr. 1 Cucharada de postre 45 kcal.
vinagre 7 gr. 1 Cucharada sopera 0.28 kcal.
sal 2 gr. 1 Pellizco 0 kcal.

Preparación

1. Lavamos la lechuga, la cortamos al gusto y la echamos en un bol.

2. Añadimos las gambas cocidas.

3. A continuación, cortamos a cuadraditos el queso fresco y lo agregamos.

4. Añadimos la lata de atún al natural.

5. Por último, lo aliñamos con aceite, vinagre y sal y removemos.

6. Lo servimos en un plato y ya podremos disfrutar esta receta de cocina de ensalada veraniega.

Puntos Críticos

1. Si las gambas se encuentran almacenadas en el congelador, realizar una planificación (en la medida de lo posible) para poder descongelarlas adecuadamente. La descongelación se debe realizar introduciendo el envase en la nevera y que, con el paso de los días, se descongele para prevenir la aparicion y desarrollo de microorganismos.

2. En caso de que haya que cocerlas, añadir al agua en ebullición y cuando vuelva a hervir, contar 4 minutos ya que con más tiempo se corre el riesgo de que se desmenucen con demasiada facilidad.

3. Aunque es discutido, la correcta inclusión del aliño debe ser: primero la sal, luego el vinagre para que el acido disocie la molécula salina, y por último el aceite para que cree la capa lipídica.

Información adicional

Se trata de una receta que cotiene casi todos los nutrientes principales, ya que cuenta con una porción importante de vegetales, bastante proteína y grasa de origen animal en el atún y el queso fresco siendo menor la que aportan las gambas.

Verduras como la lechuga cuentan, ademas de con un aporte calórico bajo por su cantidad de agua, con una gran riqueza nutricional por las vitaminas que nos aporta (A, C, del grupo B, E y K), minerales (calcio, hierro, magnesio y potasio) y fibra. La principal fuente de vitamina K es la fitoquinina, compuesto que es abundante en este tipo de vegetales de hoja verde. Aunque no es recomendale un exceso en esta vitamina ya que participa en la coagulación saguínea y un alto consumo de este grupo de alimentos podría interferir en medicamentos contra esta afección.

El atún enlatado al natural nos aporta proteínas de alto valor biológico. Su alto contenido en vitamina B3, hace que sea beneficioso para el sistema circulatorio y ayude a reducir el colesterol. Presenta un alto contenido en sodio, siendo poco recomendado para aquellas personas con hipertensión. En los supermercados ya existen latas de atún al natural bajas en sodio, muy adecuado para estas personas. Ademas es uno de los pescados con mayor contenido en omega 3, que favorece el sistema cardiovascular.

El queso fresco se caracteriza por ser rico en proteínas de alto valor biológico y presentar un contenido en grasas medio (si usas un queso fresco desnatado, el contenido en grasa será bajo y tendrá menor aporte energético). También es rico en vitaminas y minerales. Presenta una importante fuente de calcio, que se disuelve en el ácido láctico del queso, haciéndose más absorbible por nuestro sistema digestivo. El calcio fortalece los huesos y los dietes, previene la osteoporosis, ayuda al crecimiento infantil y ayuda a la cicatrización de las heridas. La vitamina D que presenta, permite que el calcio se fije mejor a los huesos.

Una alta ingesta de gambas puede provocar acumulaciones de ácido úrico que pueden desembocar en problemas de gota. Es un alimento rico en selenio y en yodo lo que también le aporta unas buenas propiedades para la secreción de hormonas tiroideas ya que estos minerales no pueden ser sintetizados por el propio organismo sino que deben ser incluidos de manera exógena.

Nos encontramos ante una receta saciente, sencilla y que como primer plato de una comida principal es muy adecuado para reducir la cantidad de alimento que nos comeremos en el segundo, por lo que en una dieta hipocalórica sería muy recomendable.